Ante aquellos que acosan y ningunean expresiones, mensajes o
símbolos que nos unen a todos los españoles, no podemos más que responderles,
con firmeza y diligencia, pero también con normalidad y civismo, recordando
nuestro marco constitucional que a todos nos ampara y obliga, sobre todo a
aquellos cargos públicos que juraron o prometieron cumplir y hacer cumplir
nuestra ley de leyes, que nos ha permitido las más altas cotas de libertad y
democracia en España, un autogobierno como nunca habíamos tenido en Cataluña y
la incorporación a la Unión europea y a la esfera democrática internacional.
Hemos dicho, y nos mantenemos en ello, que nuestra prioridad
número uno como asociación cívica es aportar todo cuanto podamos para trabajar
todos juntos por la cohesión social, el bienestar de la ciudadanía y el
progreso en todos los ámbitos. Y volvemos a criticar que se utilicen recursos
para colocar cámaras de videovigilancia en espacios públicos, como en el caso
de la capital del Urgell, para proteger nada más ni nada menos que una
banderola estelada, mientras se despilfarra en estos y otros asuntos de escasa
importancia por no decir nula, y siempre en la línea de la confrontación, la
división y el sectarismo, vemos como se recortan día a día en temas básicos
como la atención a la infancia, a la dependencia, a las familias, etc.
Insistimos que el cumplimiento de la legalidad es
responsabilidad de todos, y en primer lugar de los cargos públicos o electos
que están para servirnos y no servirse ellos o utilizar los resortes y recursos
de que disponen para hacer políticas partidistas o actuaciones que no defienden
el interés general.
Hoy vamos a entregar un escrito en la delegación del
Gobierno español en Cataluña para que, después de semanas de dejación, ondee la
enseña nacional, como corresponde, al lado de la señera y la europea en los
Juzgados de Cornellà. No aceptamos hechos consumados y mucho menos que desde
Ciu y ERC hablen, como los extremistas repiten y saben muy bien, de ‘guerras,
acoso y conflicto’ cuando lo que hay es un flagrante incumplimiento de la
legalidad al no colocar las banderas oficiales como marca la legalidad, al no
respectar símbolos o banderas que a todos nos representan o al no atender a los
oportunos requerimientos que les llevan por diferentes vías. Por nuestra parte,
les continuarán llegando si no actúan con respeto, honestamente y respetando el
sentir mayoritario que se incardina en nuestra Constitución y en nuestro
Estatut.
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