Hemos tenido ocasión de hablar con algunos concejales del mismo municipio y de otra localidad. Las preocupaciones son compartidas por la gran mayoría de ellos y las prioridades también: superar la crisis y atender de la mejor manera posible a las personas y familias que lo están pasando realmente mal.
Hemos también podido saludar a la presidenta y a algunos socios de la Casa de Andalucía de Figueres que este año celebra su 25 aniversario. Precisamente este próximo sábado lo celebrarán por todo lo alto con una comida de hermandad y diferentes actuaciones y parlamentos.
Andaluces y catalanes que, como a la gran mayoría de nosotros nos han enseñado a amar, respetar y conocer la tierra donde muchos nacimos o donde nacieron nuestros padres o abuelos y también la tierra en la que vivimos. Porque si hoy algo caracteriza a Figueres, el Alt Empordà y Catalunya entera es que acoge en su seno a personas venidas de toda España que han sabido dar lo mejor de ellos para tirar adelante a nuestros pueblos y ciudades. No es por tanto una simple relación de conveniencia, o una necesidad de unión, sino un sentimiento compartido de suma y de hermandad y una actitud de respeto y tolerancia, y por tanto de amor y cercanía, hacia lo bueno de nuestros pueblos.
Cuando tanto se habla de pueblos y ciudades hermanadas, y se recuerda tristemente la consideración ridícula que recientemente han hecho algunos políticos de formaciones separatistas en el Parlament, bueno será recordar que no hay municipio catalán por pequeño que sea que no tenga algún lazo familiar, amical o sentimental con algún pueblo de Andalucía y de todas las comunidades de España.
Por todo lo que nos une, por todo lo bueno que compartimos, por el beneficio común y un proyecto plural de todos.
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