Entendemos ahora las prisas para crear ciertas nuevas 'estructuras
de estado'… la creación de la Agencia tributaria, con más duplicidad, burocracia y derroche, o el denodado interés que ponen
algunos en el tema de la ‘hacienda suya’, porque poco les importa saber que ya
tenemos una hacienda propia, una caja común para todos los españoles y estamos
dentro de la Unión europea con lo que ello significa, tanto de oportunidades
como de responsabilidad.
No es descabellado pensar que, con la insistencia
de Oriol Pujol o el conseller Puig, entre otros ínclitos nacionalistas con
grandes negocios en el mundo entero, lo que se pretenda es crear unos resortes
más para dar carpetazo a ciertos asuntillos, facilitar estos conocidos negocios o otros tantos que podrían
aparecer.
Si de lo que se trata es de aumentar la recaudación y
asegurar aun más los ya de por si grandes sueldos de altos y ex altos cargos de
la Generalitat (pensemos tan solo en los de Benach, Carod o Pujol y su equipo ‘ético’),
el despilfarro sin más (recordando el famoso tuning del propio Benach, pero también la
mentira que nos coló sobre su pensión vitalicia), las acusaciones del 3% o más
a Mas, o la esperpéntica exculpación a sangrantes casos de corrupción por parte
de algunos paniaguados del nacionalismo. Por cierto no solo nos referimos a los famosos casos de contrabando del exconseller de ERC, o al que para nosotros no es un filón sino un gravísimo escándalo perpetrado por quien ha sido durante más de 20 años President de la Generalitat, miembros de su familia, de su partido y de su entorno más próximo…
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