dimecres, 22 de gener del 2014

Por un callejero de todos y para todos. Con respeto y tolerancia



Grandes catalanes y españoles universales no tienen calle en Barcelona. Un claro ejemplo sería Salvador Dalí o el propio Adolfo Suárez. El sectarismo callejero de Trias y adláteres, incluyendo personajes que han mostrado actitudes negativas y proclives al odio, la manipulación y la confrontación, es ridículo y apabullante. Ni los vecinos de estas calles ni toda la ciudadanía merecen esta bochornosa imposición de poner nombres a sus calles con personajes así.

“Nadie ama a su Patria porque sea grande, sino porque es suya.” Séneca

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