dilluns, 28 d’abril del 2014

A vueltas con el mal llamado “Consejo Asesor para la Transición Nacional”


A  vueltas con el mal llamado “Consejo Asesor para la Transición Nacional”, malo o pésimo como prefieran, porque ni es un buen consejo, ni asesora bien, ni el proceso que se quiere imponer nos encamina a una transición y mucho menos a una transición nacional.  
Nuestra amiga Carmen L. nos envía este interesante escrito de Antonio López Lacasta sobre el tema. Oportunas consideraciones que aparecieron hace pocos días en ABC.

El empeño de dar la vuelta a la realidad


Los expertos designados por Artur Mas para formar el llamado Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN) auguran que, con «total probabilidad», una Cataluña independiente de España seguiría dentro de la Unión Europea porque esta se guiaría por las premisas de «la lógica y el pragmatismo» en el caso del proceso catalán, y dado que Cataluña es «contribuidora neta» de la Unión en términos económicos, los catalanes no tendrían ningún problema en seguir formando parte de la UE tras su eventual independencia del resto de España.

Es lamentable e indignante que el afán propagandístico, unido al fanatismo ideológico, incluso a la soberbia política, esté moviendo a algunos nacionalistas catalanes radicales a contar mentiras tan graves como la anterior, con el ánimo y el criterio únicos de tratar de confundir a la ciudadanía catalana respecto a la Unión Europea. Porque lo único cierto es que son precisamente la lógica y el pragmatismo existentes en la Unión, en aras de su propia supervivencia política e institucional, los que no permiten el lujo de que puedan llevarse a efecto en su seno procesos rupturistas como el propuesto por Artur Mas, puesto que es de sentido común que lo lógico y pragmático para la UE es que no tengan lugar cismas separatistas en cualquiera de las regiones de los Estados que la conforman porque, en caso contrario, se abriría la veda de la escisión de la UE en innumerables e indeterminados países miembros de la misma, con la consiguiente depauperación de la Unión, en todos los órdenes, que ello conllevaría. Por mucho empeño que pongan los catalanistas radicales en intentar darle la vuelta a la realidad europea como a un calcetín, nunca podrán imponer sus estrechos e insensatos criterios localistas a una gran organización multinacional como es la Unión Europea, nacida para sumar y multiplicar, no para restar ni dividir.

ANTONIO LÓPEZ LACASTA (Huesca)
ABC, 16 de abril de 2014 

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